Y me encuentra de repente. Frente a frente y por la espalda. Desde el flanco y al otro lado.
Se mete dentro o puede que ya estuviera allí. Me hace sentir cada hueso, cada músculo y me pone a prueba. Me tienta y seduce, me pide que muerda y saboree. Resisto el instinto y respiro de dentro a fuera. De dentro a fuera.
Colores carmesí, olores que embotan los sentidos...sabores...